El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa presenta en el Congreso el informe de situación de la deuda externa de España como acreedora
- En 2023 la deuda externa que ostenta el Estado mantuvo su trayectoria descendente, con una reducción anual del 8,34%, hasta los 11.297,16 millones de euros
- España mantiene en los últimos años un papel muy activo para establecer consensos a nivel internacional y garantizar una gestión prudente de la deuda externa
- La gestión de la deuda externa de España se caracteriza por el mantenimiento de un equilibrio estratégico que combina una rigurosa evaluación de los riesgos financieros con un fuerte compromiso con el desarrollo
- Fruto de este compromiso y de la visión multilateral de su gestión, España acogerá el próximo año la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo
El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Israel Arroyo, ha presentado en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso de los Diputados, el Informe de situación de la deuda externa del Estado como acreedor y ha repasado las principales líneas de actuación de la política de gestión de la deuda externa.
El secretario de Estado ha explicado que la pandemia supuso un punto de inflexión en la situación y gestión de la deuda externa. España ha mantenido un papel muy activo en la búsqueda de consensos internacionales para el diseño e implementación de medidas de alivio financiero para los países más vulnerables.
Fruto de este trabajo, se pusieron en marcha medidas como la Iniciativa de Suspensión del Servicio de Deuda, DSSI, que permitió la reprogramación de vencimientos de deuda a 48 países de renta baja, de los cuales 12 mantenían deuda con España. Asimismo, con el fin de mantener un programa más de medio plazo se impulsó el Marco Común para la negociación coordinada de tratamientos de alivio de deuda, que supuso un cambio de paradigma en la gestión de la deuda externa.
Israel Arroyo ha destacado el papel de España en este nuevo marco de actuación participando activamente en debates e iniciativas internacionales como las relacionadas con las cláusulas de suspensión del servicio de deuda para países que sufran catástrofes naturales, pandemias o crisis alimentarias.
Fruto de este compromiso y de la visión multilateral de su gestión, España acogerá el próximo año la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, la primera que se celebrará en una década.
Gestión de la deuda externa prudente y comprometida con el desarrollo
La gestión de la deuda externa de España se caracteriza por el mantenimiento de un equilibrio estratégico que combina una rigurosa evaluación de los riesgos financieros con un fuerte compromiso con el desarrollo.
Esto ha permitido que la deuda haya mantenido una senda descendente en los últimos años. A 31 de diciembre de 2023, la deuda total ostentada por el Estado frente al exterior se redujo un 8,34% interanual, desde los 12.234,74 millones de euros hasta los 11.297,16 millones de euros, dando continuidad a la tendencia descendente que ha registrado durante los últimos ejercicios. El descenso en 2022 fue del 5,51% respecto al año precedente.
La deuda frente a los países altamente endeudados, beneficiarios de las iniciativas HIPC (países pobres altamente endeudados, por sus siglas en inglés) y MDRI (iniciativa multilateral de alivio de la deuda, por sus siglas en inglés), y por tanto, las economías más pobres, volvió a disminuir, situándose en 307,24 millones de euros, como consecuencia tanto de las condonaciones de deuda efectuadas por España a estos países, como de una política rigurosa para la concesión de nueva financiación, que asegure su carácter sostenible.
Por lo que respecta al reparto geográfico, no se han producido variaciones significativas en el reparto de la deuda externa por categorías ni por áreas geográficas. En ambos casos, el desglose se encuentra condicionado por el elevado peso de la deuda ostentada frente a Grecia, derivada de préstamos desembolsados a ese país en 2010 y 2011.
Geográficamente, Europa se sitúa a la cabeza, con el 44,87% de la deuda, por el importante peso que representa Grecia en la cartera, seguido por Iberoamérica (25,76%), el Norte de África (6,54%), Asia (6%), África Subsahariana (3,77%) y Oriente Medio (3,18%).
La deuda derivada de operaciones de microcréditos en 2023 se situó en 134,45 millones de euros, lo que supone un aumento del 36,19% respecto al año anterior, siguiendo su senda ascendente (en 2022 se habían alcanzado 98,72 millones de euros que, a su vez, suponían un aumento del 17,5% respecto a 2021). El aumento de esta deuda pone de manifiesto el buen funcionamiento del instrumento que atrae proyectos para la mejora de vida de los colectivos vulnerables y la ejecución de proyectos de desarrollo social básico.
A finales de 2023, el total de impagos ascendió a 923,89 millones de euros, lo que supone una reducción respecto a los 1.026,13 millones de euros del año anterior.
Los cobros registrados en 2023 aumentaron, alcanzando los 1.389,70 millones de euros, frente a los 1.057,28 millones de euros de 2022. Dicho incremento es el resultado, en gran medida y un año más, del aumento de los importes reembolsados por Grecia.
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