El Plan Fiscal y Estructural garantiza la sostenibilidad de las cuentas públicas con un crecimiento económico sólido y equilibrado

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  • El Plan Fiscal y Estructural responde al nuevo marco de gobernanza económica de la Unión Europea, tras el acuerdo alcanzado durante la Presidencia española del Consejo de la UE
  • El Plan establece una senda de crecimiento medio del gasto primario neto del 3% durante los próximos siete años para cumplir con las nuevas reglas​
  • El Plan incluye, además, un conjunto de reformas con impacto macroeconómico y fiscal a medio y largo plazo, orientadas a impulsar el crecimiento económico y reforzando, con ello, la sostenibilidad fiscal
  • Éstas se traducen en una mejora del PIB potencial, apoyado en el crecimiento de la productividad, el buen comportamiento del mercado laboral y el dinamismo de la inversión y el consumo
  • El Plan recoge la apuesta del Gobierno por un crecimiento económico equilibrado y sostenible, compatible con la responsabilidad fiscal
  • Esta fortaleza de la economía española y el compromiso con la sostenibilidad fiscal permitirán situar la ratio deuda-PIB por debajo del 100% en 2027 y seguir reduciendo de forma continuada el déficit público hasta el 0,8% en 2031

El Gobierno ha remitido a la Comisión Europea el Plan Fiscal y Estructural de medio plazo, en cumplimiento del nuevo marco de gobernanza económica y fiscal de la Unión Europea.

El nuevo Plan a cuatro años garantiza la sostenibilidad de las cuentas públicas, con una senda de crecimiento robusta y equilibrada, compatible con el mantenimiento de la responsabilidad fiscal, que permitirá seguir reduciendo el déficit y la ratio deuda-PIB.

El Plan remitido cumple con lo establecido en el nuevo marco de reglas fiscales de la Comisión Europea, en cuya definición y negociación España tuvo un papel destacado.

El nuevo marco entró en vigor en abril de 2024 y establece un conjunto de reglas más adaptado a las necesidades del contexto actual y que responde a las lecciones aprendidas de los últimos años. Así, el nuevo enfoque busca compatibilizar la responsabilidad fiscal con el crecimiento económico, establece una metodología común para un análisis de sostenibilidad de la deuda pública a medio plazo calibrado a las características específicas de cada país y da un mayor papel de los Estados miembros a la hora de definir su propia senda fiscal.

El plan que remite España a la Comisión Europea presenta un escenario de consolidación a siete años al incluir medidas adicionales. En estas cuentas se garantiza la sostenibilidad de la deuda pública a medio plazo, dando así cumplimiento al nuevo marco de supervisión fiscal europeo y manteniendo el compromiso del Gobierno con la responsabilidad fiscal.

Para el cumplimiento de los objetivos se establece una senda de crecimiento medio del gasto primario neto del del 3,4% para el periodo en vigor del Plan (2025-2028) y del 3% para el periodo a 7 años.

Esta senda permitirá situar la ratio deuda-PIB por debajo del 100% en 2027 y seguir reduciendo de forma continuada el déficit público hasta el 0,8% en 2031.

El escenario macroeconómico para los primeros dos años se ha realizado con las últimas previsiones económicas actualizadas por el Gobierno el pasado mes de septiembre y avaladas por la AIReF, y para el resto de los años de previsión las estimaciones se han realizado de acuerdo con la metodología común acordada por los Estados Miembro para la totalidad del horizonte de proyección.

Más crecimiento y más sostenible

España mantiene en 2024 un crecimiento económico sólido, equilibrado y sostenible que le permitirá seguir siendo el país que más crezca entre las principales economías europeas, con un incremento del PIB cuatro veces superior a la media de la zona euro.

Esto ha permitido que, incluso en ausencia de reglas fiscales, se haya mantenido el compromiso con la responsabilidad fiscal, que ha permitido reducir la deuda pública en torno a 20 puntos porcentuales desde el pico alcanzado en 2021, y cerrar el déficit público en 2023 en el 3,5% del PIB, acercándonos al valor de referencia para las reglas fiscales europeas.

Este crecimiento diferencial se mantendrá en los próximos años, apoyado en la mejora de la productividad y el buen comportamiento del mercado laboral. En este dinamismo del empleo seguirá teniendo especial relevancia el aumento de la población, con un crecimiento de los flujos migratorios, que se materializará en un aumento de la población activa y de las tasas de actividad.

El impulso de la población, el aumento de la tasa de actividad y la productividad impulsará el crecimiento del PIB potencial hasta el 2% en 2025 y el 2,1% en 2026, lo que redundará en un crecimiento económico más sostenible y robusto.

En el medio plazo, el despliegue de los efectos de las reformas permitirá compatibilizar el descenso de la tasa de desempleo con ganancias de poder adquisitivo de los trabajadores y la reducción de la jornada media.

Reformas adicionales para hacer frente a los nuevos desafíos de la economía española

El Plan Fiscal y Estructural incluye un conjunto de medidas con efectos macroeconómicos y fiscales a medio y largo plazo. El catálogo incluye reformas e inversiones aprobadas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia cuyo despliegue incrementará el PIB potencial a lo largo del periodo de ajuste.

Asimismo, el Plan incorpora nuevos compromisos en materia de política económica para hacer frente a los nuevos desafíos y retos de la economía española, especialmente en materia de inmigración, vivienda y clima de negocio, que tendrán también un impacto significativo en el crecimiento potencial de la economía durante el periodo de proyección 2025-2031.

Las medidas se han agrupado en cinco grandes ejes: transición ecológica, transformación digital, capital humano, capital físico y productividad y medidas de ámbito presupuestario.

Dentro de las medidas en el ámbito de la Transición Ecológica destacan los nuevos objetivos más ambiciosos del PNIEC con medidas relacionadas con el almacenamiento energético, el despliegue de renovables, el fomento del autoconsumo y la eficiencia energética. Asimismo, con el objetivo de agilizar la electrificación y el despliegue de redes y puntos de suministro eléctrico se incluye como nueva medida la aprobación de una Estrategia para la planificación de la red de transporte 2025-2030.

En el ámbito de la Transformación Digital destacan las medidas contenidas en el Plan Nacional de Competencias Digitales y la reforma del sistema de ciencia e I+D, así como la Estrategia de Inteligencia Artificial.

En el eje de fomento del Capital Humano se enmarcan todas las medidas de política económica dirigidas a expandir la cantidad y calidad de la oferta laboral en España. En este ámbito destacan las relacionadas con el mercado de trabajo, como la reforma laboral o la de subsidios, la reforma del sistema de extranjería y la simplificación del sistema de homologación de títulos.

Por lo que respecta al impulso del capital físico y la productividad, se incluyen medidas destinadas a expandir el stock de capital instalado en España, así como la mejora de la Productividad Total de los Factores. En este ámbito destacan medidas orientadas a mejorar el clima de negocios, reducir las barreras burocráticas de las empresas y las destinadas a expandir el parque de vivienda.

Finalmente, en el ámbito presupuestario se incluyen actuaciones que tienen impacto en la sostenibilidad fiscal por la vía de la reducción del gasto más allá del cumplimiento de la regla de gasto y la mejora de la eficiencia del gasto público.