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PERTE de Economía Circular​​

El PERTE de Economía circular pretende acelerar la transición hacia un sistema productivo más eficiente, descarbonizado y sostenible en el uso de recursos. Este proyecto estratégico se centra en un total de 18 instrumentos distribuidos en dos líneas de acción. Primero, se basa en las actuaciones sobre sectores clave como el sector textil y moda, plástico y bienes de equipo para energías renovables. Y segundo, las actuaciones transversales para impulsar la economía circular en la empresa. 

También, se distribuyen unas ayudas destinadas para mejorar la competitividad y la innovación, reducir el uso de materias primas, desarrollar el ecodiseño, gestionar los residuos e impulsar la digitalización.

El fomento de la economía circular favorece la creación de nuevos nichos de actividad y empleo, como consecuencia de un mayor consumo de servicios. Estos empleos no suelen requerir una alta capacitación, lo que puede contribuir a paliar el desempleo en grupos en riesgo de exclusión social.

Las inversiones previstas incluyen ayudas por un valor que asciende a 492 millones de euros y se espera movilizar unos recursos superiores a los 1.200 millones hasta el año 2026.

Gobernanza

Se dota al PERTE de una gobernanza interdepartamental, que a través del Grupo de Trabajo, se garantiza la coordinación y el seguimiento del PERTE de Economía Circular. El Grupo de Trabajo está compuesto por la persona titular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) como presidenta, más un total de 6 Vocales.

Este colectivo, quien no supondrá un incremento de gasto público, servirá de marco de colaboración y coordinación estable entre los distintos departamentos implicados en el PERTE, canalizará todas las propuestas de mejora y consejos relativos a las iniciativas del PERTE. Además, se encargará de informar y aconsejar sobre el diseño, la ejecución y el progreso del Proyecto en cuestión.

La colaboración público-privada se refleja a través de los diferentes sectores que cuentan con la participación de todos los actores relevantes para garantizar un dialogo permanente.​

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