Plan Fiscal y Estructural de medio plazo (2025-2028)

​​El Plan Fiscal y Estructural 2025-2028 es el principal instrumento de planificación fiscal de medio plazo en el nuevo marco de gobernanza económica, aprobado por la Unión Europea en 2024, y aplicable a las finanzas públicas de los 27 Estados miembro. El Plan reemplaza al Programa de Estabilidad y al Programa Nacional de Reformas, que venían elaborándose desde finales de los años noventa. En el nuevo marco de gobernanza, España elaborará un Plan de medio plazo cada 4 años como mínimo y un informe de seguimiento de los compromisos fiscales y los adquiridos en materia de política económica, Informe de Progreso, con un periodo anual.​

​El acuerdo para la reforma de las reglas fiscales conlleva importantes novedades en el marco de supervisión fiscal europeo, y se centra en una única variable operativa de seguimiento: el gasto computable, cumpliendo con los requisitos de sostenibilidad fiscal.

El Plan de medio plazo contiene los elementos principales de la programación de política económica y fiscal, y se completará con los Planes Presupuestarios.

El primer Plan Fiscal Estructural de Medio Plazo del Reino de España, presentado por el Gobierno en octubre de 2024, abarca los años 2025-2028, aunque fija una senda de gasto hasta 2031, al extender el período de ajuste de 4 a 7 años. La senda de gasto viene respaldada por un ambicioso paquete de reformas e inversiones, incluidas las contenidas en el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia. El escenario macroeconómico 2024 a 2026, que sirve como punto de partida de las proyecciones macroeconómicas y el análisis de sostenibilidad de la deuda, han sido avalados por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, (AIReF), según se recoge en el informe “previsiones macroeconómicas del Gobierno 2025-2026” . Asimismo, la Comisión Europea ha validado el Plan Fiscal y Estructural de medio plazo remitido por el Gobierno, y respalda su hoja de ruta de reformas e inversiones.

Para el cumplimiento de los objetivos, el Plan Fiscal y Estructural de medio plazo establece:

  • El crecimiento promedio anual del gasto computable recogido en el Plan es del 3% durante el periodo extendido de ajuste de 7 años (2025 a 2031). Se mantiene inalterado el compromiso de responsabilidad fiscal, de manera compatible con un crecimiento económico robusto.​
  • El PIB real mantiene un elevado ritmo de crecimiento en el conjunto de 2024, del 2,7%, suavizándose en 2025 y 2026, pero manteniéndose por encima del 2%.

En cuanto a las perspectivas macroeconómicas, el Plan de medio plazo analiza la evolución reciente de la economía española y señala:

  • La economía española registra un elevado dinamismo en los últimos trimestres. Por el lado de la oferta, el crecimiento se nutre principalmente de la continuada creación de empleo, apoyada en el crecimiento demográfico, a lo que se une la tendencia al alza de la productividad por hora. Por el lado de la demanda, el crecimiento observado del PIB en los últimos trimestres es equilibrado, destacando el consumo, la construcción y la exportación de servicios.
  • El empleo continúa alcanzando máximos y la temporalidad, mínimos. Los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social manifiestan que el empleo ha prolongado su dinamismo.​
  • El consumo privado intensificó su crecimiento en el segundo trimestre de 2024, anotando una tasa de variación del 1% intertrimestral (0,5% el anterior), apoyado en la buena evolución del mercado laboral, la solidez de la posición financiera de los hogares y la mejora del poder adquisitivo de los salarios.​
  • La inversión consolida una apertura del año al alza. La formación bruta de capital fijo repuntó en el primer semestre de 2024, sobresaliendo el repunte de la construcción.
  • El sector exterior se enfrenta a unos mercados internacionales marcados por la debilidad de nuestros principales socios. Las últimas previsiones de crecimiento del BCE​ revisaron 1 décima a la baja el crecimiento esperado de la zona euro (0,8%) y los datos más recientes del índice PMI apuntan a que la economía de la zona euro se habría enfriado a lo largo del tercer trimestre.
  • Las exportaciones de servicios alcanzan, por el contrario, nuevos máximos y refuerzan la hipótesis de un cambio estructural en el patrón exportador con un mayor peso de los servicios.
  • La capacidad de financiación de la economía española permanece en máximos. Según la balanza de pagos, la capacidad de financiación alcanzó en el segundo trimestre de 2024 un nivel récord del 4% del PIB.​

Orientación de la política fiscal

El eje clave de la política fiscal en los próximos años será el cumplimiento de la senda de gasto de este Plan por parte de todas las administraciones públicas, asegurando una consolidación fiscal sostenible y equilibrada. El cumplimiento de la senda de gasto garantiza la sostenibilidad de la deuda pública en el medio y largo plazo, así como el cumplimiento con los objetivos de déficit público que de la misma se derivan. La estrategia fiscal adoptada ha permitido incrementar los ingresos públicos sobre el PIB y reducir el diferencial con la media de la Unión Europea. Las medidas tributarias hasta ahora adoptadas se han dirigido a reforzar la progresividad del sistema tributario, exigiendo una mayor contribución fiscal a las rentas y patrimonios más elevados, a la vez que se ha reducido la tributación de los contribuyentes con menores recursos, e incrementado la tributación de los grandes grupos económicos y la tributación medioambiental.

Ingresos

En el ámbito de los ingresos tributarios, España seguirá apostando por la continuidad en el diseño e implementación de políticas tributarias que, de un lado, mejoren la progresividad del sistema, y de otro, permitan un acercamiento paulatino a los niveles de presión fiscal a la media de nuestros socios europeos. A futuro, la solidez de la economía española se verá traducida en unas bases imponibles que crecerán a tasas dinámicas, lo que permitirá mantener un nivel de ingresos tributarios robusto. La previsión de ingresos permite afirmar que el desarrollo de las políticas fiscales en los próximos años será continuista.

Gasto

En cuanto al gasto público, la prioridad será asegurar el cumplimiento de la senda de gasto primario neto fijada en este Plan. El cumplimiento con la senda de gasto se asegurará tanto durante la fase de elaboración presupuestaria (a través de la fijación ex ante del techo de gasto que prevé la normativa nacional) como durante la fase ejecución presupuestaria (a través de los mecanismos de seguimiento y coordinación previstos en el marco nacional).

Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia

Los compromisos incluidos en los planes de recuperación y resiliencia de los Estados miembro se tendrán en cuenta para la ampliación del periodo de ajuste del Plan Fiscal Estructural de Medio Plazo. El Plan de Recuperación español es uno de los más ambiciosos y completos dentro del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) e incluye más de 190 reformas y aproximadamente 400 proyectos de inversiones, articulados en torno a 10 palancas de política económica. Las reformas en política económica están siendo clave para el fortalecimiento del tejido productivo, así como para la cohesión social y territorial, el crecimiento de la economía y la sostenibilidad de las finanzas públicas.

En los próximos dos años, el compromiso con esta agenda de reformas e inversiones está garantizado con el mantenimiento del esfuerzo reformista durante el periodo de aplicación del Plan de medio plazo. Así, se prevé la aprobación de 413 hitos, lo que supondrá el desembolso de más de 100.000 millones de euros teniendo en cuenta los compromisos adquiridos en la Adenda al Plan de Recuperación.

Un escenario de consolidación para los nuevos retos económicos

El Plan de medio plazo de España va más allá de lo estrictamente requerido por el marco legal de supervisión fiscal, e incluye reformas e inversiones adicionales a aquellas ya previstas en el Plan de Recuperación, debido a los nuevos retos económicos a los que se enfrenta nuestro país. Presenta un escenario de consolidación a siete años. Garantiza la sostenibilidad de la deuda pública a medio plazo, dando así cumplimiento al nuevo marco de supervisión fiscal europeo y mantiene el compromiso del Gobierno con la responsabilidad fiscal y el crecimiento económico.

El nuevo enfoque de Europa para la gobernanza en materia económica establece una metodología común para un análisis de sostenibilidad de la deuda pública a medio plazo, calibrado a las características específicas de cada país, y da un mayor papel de los Estados miembros a la hora de definir su propia senda fiscal.

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