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PERTE para la Salud de Vanguardia​

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El PERTE para la salud de vanguardia es un tema de interés general, tanto para el conjunto de la economía como de la sociedad. Servirá para transformar la economía y fomentar el empleo de calidad y mejorar la salud de la población española a través del conocimiento científico, la innovación sanitaria y los datos como vectores de transformación.

Este PERTE actuará como elemento vertebrador para consolidar la protección de la salud colectiva e individual frente a cualquier amenaza, poniendo especial atención a la recuperación social y económica tras el impacto de la COVID-19.

Del mismo modo, el PERTE para la Salud de Vanguardia mejorará el vínculo entre los actores que configuran el sector salud. Las capacidades tecnológicas e industriales permitirán la creación de un sistema sanitario de altas prestaciones orientado a la protección de la salud, dando respuesta a los retos sanitarios y favoreciendo la sostenibilidad.

Este sistema sanitario estará basado en la Medicina de Precisión, las terapias avanzadas, como las terapias génica y celular y la ingeniería tisular, y la inteligencia artificial. La Medicina de Precisión es el proceso clínico que incorpora los datos genómicos de las personas y los combina con otros relevantes como los clínicos, los socioeconómicos o los ambientales.

Para alcanzar esta transformación será necesario facilitar el cambio del I+D+I académico al sector industrial a través de herramientas de colaboración público-privada y la promoción de las capacidades industriales mediante la innovación en procesos industriales y de manufactura.

En total, se prevé una inversión de 1.469 millones de euros durante el período 2021-2023, con una contribución pública de más de 982 millones y aproximadamente 487 millones movilizados por el sector privado.

El PERTE para la salud se articula en torno a cuatro objetivos estratégicos. Primero, se pretende impulsar la implementación de la Medicina Personalizada de Precisión en el Sistema Nacional de Salud, favoreciendo el refuerzo, el desarrollo y la creación de empresas competitivas basadas en la difusión de conocimiento. Luego, promover el desarrollo de terapias avanzadas y otros fármacos innovadores, que se encuentran orientados a curar enfermedades. Esto se realizará a través de los acuerdos entre los profesionales y las empresas, junto con el fortalecimiento del tejido industrial basado en el aprendizaje. 

También, desarrollar un Sistema Nacional de Salud (SNS) es uno de los objetivos estratégicos. La transformación digital permitirá la recogida, el tratamiento, el análisis y la explotación de los datos para mejorar la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación y la investigación orientada a la salud de la ciudadanía. Por último, pero no menos importante, impulsar la atención sanitaria a través de la transformación digital, mediante la aplicación de las nuevas tecnologías a las actividades relacionadas con la ciudadanía y la gestión de los recursos, con especial atención a la atención primaria y mejorar la calidad de asistencia, en condiciones de ciberseguridad, para reforzar la cohesión social y territorial.​

A su vez, se dividen en cinco líneas estratégicas que deben aplicarse para garantizar el éxito de los objetivos anteriores. Primero, fortalecer y desarrollar las capacidades de los centros del Sistema Nacional de Salud para mantener a España como referente en el ámbito de la investigación clínica y potenciar la figura del profesional sanitario investigador; invertir en el desarrollo, digitalización y modernización de la capacidad industrial; diseñar instrumentos y estructuras para que colaboren conjuntamente la ciencia y las empresas; reforzar la cohesión territorial; y fortalecer la formación a partir de la relación entre las empresas, los centros del SNS y los centros de investigación.

Gobernanza

La colaboración público-privada se articula a través de la Alianza de Salud de Vanguardia para garantizar un diálogo permanente entre ambos. Una alianza estratégica para la acción coordinada de las administraciones públicas, los centros de investigación biomédica, las empresas, los hospitales y los centros asistenciales.

La Alianza será la encargada de planificar adecuadamente las actuaciones y podrá emitir orientaciones o recomendaciones que favorezcan y apoyen la Gobernanza del PERTE.

Para la coordinación de este proyecto, se establece un sistema de gobernanza interministerial, a través de un Grupo de Trabajo que está presidido por la persona titular del Ministerio de Ciencia e Innovación y la persona a cargo del Ministerio de Sanidad.

Se encuentra también integrado por cuatro representantes de diversos departamentos ministeriales participantes (Hacienda y Función Pública; Industria, Comercio y Turismo; Educación y Formación Profesional; y Asuntos Económicos y para la Transformación Digita) en el PERTE.

En relación con los actores privados, su representación se realizará a través de las principales patronales y asociaciones empresariales (Farmaindustria, Asebio o FENIN). De este modo, se garantizará la ausencia de conflictos de interés, adoptándose las medidas y los instrumentos que sean necesarios.

Y finalmente, se designará a un representante de cada comunidad autónoma.

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