Según el informe GEM España 2020-2021 que realiza un análisis sobre el estado y evolución del emprendimiento en España, y lo compara con los de otros países, la percepción de oportunidades de los españoles encuestados bajó al 16,5%, bastante lejos de la media europea (40,5%), lo que nos sitúa en el último puesto de los países de altos ingresos objeto de estudio. Por el contrario, lideramos el ranking en cuanto al miedo al fracaso como obstáculo a emprender, con un 64% de la población frente al 47% de media. Estas y otras percepciones, valores y actitudes junto a los cambios sufridos en las diferentes condiciones del entorno, ayudan a explicar la caída registrada en nuestra Actividad Emprendedora Total (TEA) al 5,2%, retrocediendo a los niveles posteriores a la crisis de 2008.

Bajo ese contexto, cabe destacar que, además, las empresas emergentes presentan ciertas características específicas respecto a las empresas tradicionales:

• El alto riesgo derivado de su alto contenido innovador - La incertidumbre sobre el éxito de su modelo de negocio, dificulta la financiación en las fases iniciales al exigir capital para poder madurar y probar sus ideas antes de que la empresa empiece a generar ingresos.
• El potencial de crecimiento exponencial a través de economías de escala - Exige grandes inversiones de capital para permitir su rápida expansión en caso de éxito.
• La dependencia de la captación y retención de trabajadores altamente cualificados y de alta productividad desde las fases iniciales de la empresa - En ellas no existe un flujo de ingresos para remunerarlos mediante instrumentos salariales clásicos.
• La exposición a una fuerte competencia internacional por captar capital y talento extranjero.

Así, el proyecto de ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes busca dar respuesta a los principales retos a los que se enfrentan este tipo de empresas.

En ese sentido, con el objetivo de acercar e impulsar la iniciativa emprendedora entre los estudiantes, facilitándoles vivir el proceso de gestión y toma de decisiones de una empresa, de forma práctica y real, a través de la creación y organización de la misma, la disposición adicional quinta del proyecto de ley reconoce la startup de estudiantes como herramienta pedagógica, que deberá contar con el apoyo de la entidad promotora del programa de estudios para su constitución.

De esta forma, la norma pretende ayudar a los estudiantes a conocer la operativa de las empresas, lo que unido al desarrollo de las capacidades innovadoras propias de las startups y de las habilidades de liderazgo o comunicación, contribuya a incrementar el emprendimiento innovador en España.​