El Consejo de Ministros aprobó el 1 de marzo de 2022 el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Nueva Economía de la Lengua, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

El PERTE Nueva Economía de la Lengua nace con el objetivo de impulsar la cadena de valor de la nueva economía de la lengua en español y lenguas cooficiales, a través del eje transversal de la transformación digital, y con una aproximación humanista centrada en la protección de nuestros derechos y valores.

El intenso y acelerado proceso de digitalización ha hecho necesario impulsar las tecnologías, servicios y ecosistemas empresariales que conforman lo que se conoce como “nueva economía del conocimiento”, que tienen en el tratamiento del lenguaje natural uno de sus ejes principales y que utiliza herramientas como traductores automáticos, buscadores, o asistentes personales. Iniciativas como el desarrollo de corpus lingüísticos para inteligencia artificial, ecosistema de empresas innovadoras en tratamiento del lenguaje, digitalización de la administración, una red de centros de excelencia en el aprendizaje de español o proyectos en el ámbito de las lenguas cooficiales, forman parte de este ambicioso proyecto.

El tratamiento de la lengua está en el centro de la digitalización y las nuevas tecnologías, en particular las relativas a la inteligencia artificial. Por ello, el desarrollo de esta nueva economía de la lengua supone una oportunidad extraordinaria para aprovechar plenamente el potencial del español como factor de crecimiento económico y competitividad internacional, de innovación tecnológica y científica y de vertebración territorial e integración social, poniendo en el centro a la persona.

España cuenta con la oportunidad extraordinaria del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para poder abordar en el periodo 2021-2026 un conjunto de inversiones y proyectos tractores que permitan aprovechar el patrimonio del idioma, redundando en beneficios para toda la comunidad hispanohablante. El español constituye, sin duda, uno de los principales activos económicos y culturales de nuestro país.